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Artroscopía de cadera

La Artroscopía de Cadera es una técnica relativamente nueva que se encuentra en constante desarrollo. El desarrollo de esta técnica viene evolucionando en los últimos 15 años. Si bien el concepto de esta técnica es similar a las de otras articulaciones, colocar un artefacto de visión (artroscopio) y mediante mínimas incisiones (menores a 1 cm) trabajar con instrumental especial. La artroscopia de cadera supone una agresión mayor debido a que el espacio en esta articulación es “virtual” por lo que se requiere cortar a capsula articular (capsulotomía) y traccionar la pierna para subluxar la articulación a los efectos de hacer “real” el espacio. Esta “agresión” supone una recuperación algo mas lenta que las intervenciones en otras articulaciones.

¿Qué problemas se pueden tratar mediante esta técnica?

Lo primero a tener en cuenta es que difícilmente un paciente consulte por dolor de cadera, habitualmente concurren con diagnóstico de pubalgia o dolor en la ingle. También es frecuente que refieran dolor en la parte de afuera, lo que se conoce como el trocánter (parte superior externa del fémur) o en la zona glútea lo cual requiere diferenciar la sintomatología de la cadera con la columna.

Hechos los diagnósticos diferenciales, que habitualmente requieren estudios, tiempo y experiencia, los problemas que habitualmente hallamos en la cadera del paciente joven son: lesiones del cartílago de la cadera, lesiones del fibrocartílago de la cadera o labrum, síndromes friccionales (deformaciones en la cabeza del fémur que alteran su esfericidad produciendo dolor y limitación de la movilidad).

En menor medida se observan resaltos o chasquidos de la articulación debido al acortamiento del psoas o de la banda iliotibial, problemas en los aductores o glúteos.

La técnica consiste en llegar a la cadera, abriendo la cápsula, tras lo cual se puede reparar el labrum mediante anclajes y fresando el hueso para devolverle su esfericidad. Así mismo se tratan las posibles lesiones del cartílago.

El postquirúrgico habitual consiste en la utilización de muletas de 3 a 6 semanas y fisioterapia con el fin de recuperar la movilidad, estirar los músculos, fortalecerlos e ir retornando a la actividad física de manera gradual.

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Dr. Ezequiel Santa coloma. Todos los derechos reservados.

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